Extraño mucho el puerto de Mazatlán,
A mi amiguita Miriam, a Susie, a la Paloma, a Euge, a don Alberto, a Jose Adán, Al viejito
Mi habitación estilo Crimen y Castigo, a mi casera y a su metiche esposo.
Añoro mis desayunos extremos, mi romance con el Whisky, mis Cigarros recien hechos,
Mis fantasmas, cómo me hacen falta; mi mi-mismo ensopado de mi. Mis oraciones interminables con la soledad. Siento que me faltan los ricos pajaritos, las deliciosas ballenas, los mariscos en coco, las ciruelas, los raspados del mirador, la plaza de mis meditaciones, las caminatas nocturnas, la playa en los ranchos, las redes, los esteros, las lunas, el tabaco, el arena en las orejas. La miseria, la disciplina, la sed, el ritmo, el ritmo, el ritmo.
Recuerdo mucho, aquella tarde en el rancho de Don Adan, que tuve un momento interminable de dicha, al ver como urdian una red. Esa tarde comí ciruelas y mangos con la inocencia de un niño. Ver terminada la red, fue una simbólica enseñanza. Fui dichoso en la más extrema de las trsitezas.
5 comentarios:
Litio..que bonito post...muy melancolico..me puso un poco triste..pero muy lindo...
Un beso
wow que post!!!! que manera de llegar a este lugar.
¡Increíble post!
pero si está triste:( jajaja...
Un abrazo,
Karely
Hola! ¡Qué buena entrada! Yo quisiera un cuarto como el de Rodia!! *.* Y una usurera a quien matar a hachazos ... ahh, y resolviendo la duda: Sí, estoy en el "saloncito" de clases del matutino XD y aunque creo haber visto fotos tuyas en tu otro blog no te reconocí (soy mala re-conociendo gente) hasta que te leí más :P sobre todo la entrada "Raza maldita", ahí se me despejaron las sospechas >.< jeje
uhh... más melancolía jeje
saludos, un abrazo
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